Francisco de Sales


Francisco era hijo de los marqueses de Sales. Nació en Saboya el año 1567. Estudió en París retórica y filosofía, y luego leyes en Padua.
En 1593 es ordenado sacerdote. Acostumbraba a pasa largas horas de oración. "Las almas se ganan con las rodillas", decía no sin buen humor.

Su celo apostólico no tenía fronteras. La provincia de Chablais había caído bajo el protestantismo. Hacia allí se dirige con su primo Luis para devolver aquellas ovejas al redil. Fue un trabajo paciente y costoso. Redactaba unas hojas sueltas, las célebres Controversias, que luego llegaban hasta los protestantes. Así le leerían los que no acudían a oírle. A él se debe la conversión de más de sesenta mil calvinistas.


El obispo Granier, que ve los frutos de la predicación de Francisco, lo recomienda como su sucesor. El año 1603 fue consagrado obispo. Multiplicó ahora su tarea apostólica: catequesis, predicación, sínodos diocesanos.


Las dificultades eran numerosas. Entre otras, la situación de la diócesis, que comprendía las zonas de Saboya, Francia y Suiza. Era obispo titular de Ginebra, pero desde la rebelión protestante los obispos residían en Annecy. Un día Enrique IV, rey de Francia, le ofreció un rico obispado. Francisco declinó la proposición contestando: "Me he casado con una mujer pobre. No puedo dejarla por otra más rica".


Uno de sus más fecundos apostolados fue el de la pluma. Tratado del amor de Dios. El arte de aprovechar nuestras faltas. Cartas. Las ya mencionadas Controversias- Y quizá su mejor libro, de perenne actualidad, Introducción a la vida devota, que comprende una serie de normas para santificarse en el mundo.


Francisco se encontró en su camino con un alma excepcional: Santa Juana Fremiot de Chantal. Entre los dos surgió una honda amistad, ejemplo típico de equilibrio afectivo entre dos almas que caminan hacia Dios. Juntos fundaron la Orden de la Visitación, que consiguió pronto óptimos frutos.

En París se encontró con Vicente de Paúl, que diría después: "¡Qué bueno será Dios, cuando tanta suavidad hay en Francisco!"


De regreso a su diócesis, al llegar a Lyon se sintió desfallecer. Allí rindió su alma con la calma y serenidad de toda su vida. Era el 28 de diciembre de 1622, a los 56 años de edad. Sus restos fueron trasladados a la catedral de Annecy, donde reposan, cerca de la Cofundadora, en el monasterio de la Visitación.


Canonizado el 1665, fue declarado Doctor por Pío IX el año 1877.


Francisco, ejemplo de moderación y equilibrio, exigente consigo mismo para dominar su fuerte temperamento, fue todo dulzura y amabilidad para con los demás. "En los negocios más graves derramaba palabras de afabilidad cordial, oía a todos apaciblemente, siempre dulce y humilde", afirma la Cofundadora, que le conocía bien.


La influencia de San Francisco de Sales en la espiritualidad ha sido enorme. Cuando San Juan Bosco buscó un protector para su familia religiosa lo encontró en él, y por eso su obra se llama salesiana.

Señor Dios nuestro, que hiciste que el obispo San Francisco de Sales se hiciera todo para todos, para ganarlos a todos, haz que, iluminado por su ejemplo, también nosotros sepamos manifestar la dulzura de tu amor en el servicio de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

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