Primera Navidad en el Nuevo Continente

por María Teresa Villaverde Trujillo

James McConnell: La Santa María, La Pinta y La Niña

En el primer viaje Cristóbal Colón utilizó tres naves, -dos carabelas y una nao-, aunque comúnmente se conocen como las "Tres Carabelas": la Santa María, la Pinta y la Niña.

La Santa María no era propiamente una carabela en contra de lo que siempre se afirma al decir las Tres Carabelas. Se trataba de una carraca, o sea, una nao en el lenguaje náutico español de la época. Con sus tres palos era una carraca menor llamada originalmente La Gallega por haber sido construida en Galicia. De acuerdo con las normas de estiba de entonces, la Santa María podía llevar una carga de 106 toneladas, 51 toneladas actuales. Según se detallaba, la nao capitana "... en el palo mayor aparejaba dos velas cuadradas: la mayor con una cruz roja en el centro y una vela de gavía. El trinquete portaba una sola vela cuadrada y el palo de mesana aparejaba una vela triangular latina. Del bauprés colgaba una vela de cebadera…”
Durante el primer viaje del Almirante la Santa María se perdió en el Caribe la vispera de Navidad cuando Colón realizaba un reconocimiento por la costa norte de La Española. Debido a una mala maniobra la nao encalló en los arrecifes, cerca de la ciudad actual de Cap Haïtien, causándosele un daño irreparablemente. Con la colaboración del cacique Guacanagaríx y los indígenas fue posible rescatar la carga y las maderas del barco; entonces Cristóbal Colón ordenó construir un pequeño fortin llamándosele Fuerte de la Navidad. Terminado el mismo dia 25 de diciembre con gran emoción la tripulación de ambas naves efectuaron el acto religioso propio de la festividad sin saber que estaban celebrando la Primer Navidad en el Nuevo Continente.
Allí quedó fundada además la primera construcción en el Nuevo Continente, localizada entre la desembocadura del río Guarico y la Punta de Picolet, en la costa noroccidental del moderno Haiti.

Navidad: el corazón del mundo


por el P. Ramiro Pellitero
Instituto Superior de Ciencias Religiosas, Universidad de Navarra
14-XII-2009


El origen de “el Belén” o “el Nacimiento”, como se llama entre nosotros, parece que se remonta a San Francisco de Asís, que revivió el nacimiento de Jesús en la cueva de Greccio en 1223. Después se extendería por toda Europa la costumbre de representar el Misterio de la Navidad con figurillas más o menos artísticas. Actualmente es muy popular en España y en los países de habla hispana.

Sin duda son costumbres emparentadas con el Belén las “pastorelas” de los países latinoamericanos –sobre todo México–. Son pequeñas piezas de teatro, herederas de los “autos sacramentales” que los españoles llevaron en la evangelización primera. Todas cuentan la misma historia: la historia real de la Navidad, mezclada con acontecimientos actuales, no sin cierta dosis de buen humor y una chispa de ironía.

En Oriente es muy conocido el icono de la Navidad, que viene a ser un Belén pintado, aparentemente sobrio, pero muy sugerente si se mira de cerca. Todo él es una montaña sobre la que se sitúan de un lado los ángeles (algunos en posición de adoración: otros llevan una túnica, para que, como dice San Pablo, “nos revistamos” de Cristo, de sus virtudes). Por otro lado vienen los Reyes magos. La Trinidad envía desde lo alto el rayo del Espíritu Santo, que se condensa en una estrella sobre la cueva oscura de Belén: el mundo que necesita a Dios.


En ese pesebre está aquél Niño, para el que no hubo lugar en la posada, como pidiendo posada en nuestro corazón, y también para los forasteros, los inmigrantes, los “sin techo”. Sorprendentemente, el Niño no está envuelto en pañales, sino embalsamado para su sepultura, porque va a morir en una Cruz. Ha querido bajar a lo doloroso y oscuro del mundo, hasta “los infiernos” de la increencia, el miedo y la desesperanza, como Sol de la Verdad, luz que brilla en la tiniebla. La Virgen, recostada junto al pesebre, mira al espectador, invitándole a “entrar” en el Misterio.


Abajo a la izquierda, San José, meditando; frente a él un personaje que suele interpretarse como el demonio, en un intento de apartarle de su misión. Al otro lado, dos mujeres lavando un niño, como para asegurarnos que Jesús necesita los cuidados normales de un pequeño. Con frecuencia se distingue a un anciano que se identifica con el profeta Isaías, el que anunció la encarnación del Hijo de Dios. En los flancos, dispersos por doquier, pastores, animales, vegetación…


Todo queda transformado por esa luz dorada de la gloria que viene de lo alto y que al mismo tiempo parece surgir desde dentro de cada personaje. Es la Revelación del anonadamiento amoroso de Dios, representado como fruto de la religiosidad popular de los cristianos orientales desde hace muchos siglos.
Dice San Pablo que la fe viene “por el oído”, es decir, por la predicación, por el anuncio del Evangelio. Pero importa mucho que los hechos que fundamentan la fe entren asimismo por los ojos. San Juan dice: “Lo que hemos visto con nuestros ojos os lo anunciamos”.

También el árbol de Navidad puede ser un signo cristiano: embellecido con guirnaldas y espumillones, hojas de acebo y cintas rojas, campanillas, cascabeles, lucecillas y regalos, y coronado con la estrella de Belén. Todo él, símbolo del árbol de la Vida que es Jesús. Él es el verdadero regalo que Dios nos da. Nuestra pequeñez propiamente no podría darle nada. Paradójicamente podemos dar el “todo” de nuestra vida, en tantos detalles diarios con los que nos rodean.

Y es que, en realidad, las figuras del Belén, los personajes de las “pastorelas” o de los iconos orientales o incluso el árbol de la Navidad somos cada uno, en las circunstancias de su vida, hoy y ahora. Para los niños es más fácil “meterse en el Belén”, por su imaginación más viva. Hay que enseñarles que esas figuras de barro o de plástico no son meras representaciones. Somos nosotros mismos. Podemos, sobre todo, querer tomar en brazos al Niño para mecerle o decirle cosas. Aprender de él –acaba de recordar Benedicto XVI–, de su humildad, de su pobreza; querer llevarle –antes que los pastores y los Reyes Magos– pequeños regalos, sobre todo ser mejores, portarnos mejor. O hablar con María para felicitarla, y ayudar en su trabajo a José. Alabamos y damos gracias a Dios Padre en las alturas cantando el “gloria”, como los ángeles; llevamos al Niño un corderillo sobre los hombros, un poco de queso, leche o miel, algo de ropa, porque hace frío…, como cantan los villancicos populares. Los pastores –evocaba hace pocos días también el Papa– reciben el signo de un “niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”, como cumplimiento de las promesas de Dios para todos los hombres “en quienes Él se complace” (Lc 2,12-14).

Tal vez no nos atrevamos más que a “ser” la mula y el buey (que dan algo de calor en aquél ambiente pobre e inhóspito); o un perrillo fiel con una mancha negra que le cubre parcialmente un ojo, y que vigila sin pestañear. O simplemente el riachuelo que pasa, o algunas piedras y arena del desierto. Y las luces que se apagan y se encienden –nuestra libertad para seguir a Dios–, menos la del Portal que está siempre encendida, porque la ha encendido Dios, que ha posado allí su estrella: la gran luz del amor que viene del Espíritu Santo y que quiere hacerse vida desde dentro del corazón de las personas. La estrella de Belén nos muestra a Dios que se ha hecho niño pequeño –dicen los santos– para que nos atrevamos a tratarle.

Pero podría ser que nos mantengamos en nuestras casas, un poco al margen de todo lo que está sucediendo, iluminados a medias. Más o menos distraídos en un quehacer rutinario, interrumpido por un consumismo frenético que “desgasta” en lo material porque no tiene otras cosas más importantes que ofrecer. Porque no se da cuenta de que la Navidad es el acontecimiento que da sentido a la vida de cada persona y a la historia del mundo.

Claro que para entender este “nacimiento” hay que cambiar, hacerse pequeños, volver a nacer uno mismo… ¿No es eso lo que hace Dios, o mejor, lo que ha hecho de una sola vez, pero de manera que tiene un valor siempre actual, y nos invita a participar de esa infancia que todo lo puede?

Frente a un modo de “poner” y “vivir” el nacimiento de Dios en la tierra que muchos juzgarán sin duda de “ingenuo” –porque lo hace “vida” propia la inocencia de los niños–, está “la noche” de los que no saben o no quieren saber. Una noche que dura siglos, pero que debemos acortar en estos días; con la alegría que precede a la fiesta –¡que Dios nace es la razón de nuestra alegría y por tanto la causa de la fiesta!– y con la atención especial a los que nada tienen para dar, porque ellos mismos son “los pobres del Belén” en carne y hueso; pero quizá por su pobreza son más capaces que otros de reconocer al Dios hecho hombre.

“Miremos –nos invita el Papa– el pesebre: la Virgen y san José no parecen una familia muy afortunada; han tenido su primer hijo en medio de grandes dificultades; sin embargo están llenos de profunda alegría, porque se aman, se ayudan, y sobre todo están seguros de que en su historia está la obra de Dios”. También está Dios en la historia de cada persona. Incluso de aquellas que lo ignoran. “Para alegrarnos –ha dicho Benedicto XVI–, necesitamos no sólo cosas, sino amor y verdad: necesitamos a un Dios cercano, que calienta nuestro corazón, y responde a nuestros anhelos más profundos. Este Dios se ha manifestado en Jesús, nacido de la Virgen María. Por eso el Niño, que ponemos en la cabaña o en la cueva, es el centro de todo, es el corazón del mundo”.

Don Bosco decía...


Si junto a ustedes se encuentra algún huérfano, ténganle un cuidado y una atención muy especial. Quien protege a los huérfanos, será bendecido por Dios en medio de los peligros de esta vida y protegido con amor por la Virgen María en el momento de su muerte.

Aguinaldo 2010

Presentación Preliminar


"Realmente no hay nada más bello que encontrar y anunciar a Cristo a todos"[1]

Con ocasión del centenario de la muerte de Don Miguel Rua, fidelísimo a Don Bosco y a su carisma, quisiera invitar a toda la Familia Salesiana a actuar como un verdadero movimiento de discípulos y de apóstoles de Jesús, y a comprometerse en la evangelización de los jóvenes.

El compromiso evangelizador es el fruto y la consecuencia de la identidad del discípulo del Señor Jesús que, siguiéndolo, se convierte en su misionero apasionado. Así queremos asumir el desafío de ayudar a los jóvenes "a mirar a los demás no sólo con los propios ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo"[2].

El aguinaldo de 2010 se inspira en el año paulino, que acaba de concluir, y en el Sínodo sobre la Palabra, durante el cual tuve una intervención sobre la narración de los discípulos de Emaús, contemplada como un modelo para la evangelización de los jóvenes por su contenido y por sus métodos.

"Señor, queremos ver a Jesús"
A imitación de don Rua,
como discípulos auténticos
y apóstoles apasionados
llevemos el Evangelio a los jóvenes

Numerosos grupos de la Familia Salesiana se encuentran ya en sintonía con este compromiso. Como ejemplo os indico dos citas de los capítulos generales de los SDB y de las FMA.

El Capítulo General XXVI de los salesianos es consciente de la urgencia de evangelizar y de la centralidad de la propuesta de Jesucristo: "Consideramos la evangelización como la urgencia principal de nuestra misión, conscientes de que los jóvenes tienen derecho a oír el anuncio de la persona de Jesús como fuente de vida y promesa de felicidad en el tiempo y en la eternidad"[3]. Nuestra "tarea fundamental es por tanto la de proponer a todos el vivir la existencia humana como la vivió Jesús. (…) Debe ser por tanto central en la acción apostólica el anuncio de Jesucristo y de su Evangelio, juntamente con la llamada a la conversión, a la acogida de la fe y a la inserción en la Iglesia; de aquí nacen luego los caminos de fe y de catequesis, la vida litúrgica, el testimonio de una caridad activa"[4].

El Capítulo General XXII de las Hijas de María Auxiliadora reconoce que es el Amor de Dios el que nos empuja: "El cenáculo, el lugar donde los apóstoles se encuentran todos juntos, no es una morada estable, sino una base de lanzamiento. El Espíritu los transforma de hombres miedosos en ardientes misioneros que, llenos de coraje, llevan por los caminos del mundo el mensaje gozoso de Jesús Resucitado. El amor empuja al éxodo y a salir de sí mismo hacia nuevas fronteras para hacerse don: el amor crece por medio del amor[5]. María, que desde el cenáculo enseña a abrir las puertas, ha sido la primera que ha vivido la experiencia del éxodo y de ponerse en camino. La primera evangelizada se ha hecho la primera evangelizadora. Llevando a Jesús a los demás, ella ofrece su servicio, lleva alegría y hace experimentar el amor"[6].


Sugerencias para la realización del Aguinaldo

He aquí algunos elementos útiles para lograr que los grupos de la Familia Salesiana se comprometan a llevar el evangelio a los jóvenes. Es una propuesta para cada uno de los grupos, pero también para los consejos locales e inspectoriales de la Familia Salesiana.

1. Profundizar, con una adecuada reflexión, en los consejos locales e inspectoriales, en el planteamiento de la pastoral, de forma que sean operativas las opciones sobre la centralidad de Jesucristo, el testimonio personal y comunitario, la relación recíproca entre educación y evangelización, la atención a la diversidad de los contextos, la implicación de las familias.

2. Concretar en los consejos locales e inspectoriales las modalidades para hacer en común experiencias de evangelización de los jóvenes, según la "Carta de la misión de la Familia Salesiana".

3. Suscitar en particular la colaboración de la Familia Salesiana, a nivel Inspectorial y local, para realizar la misión juvenil, como forma actualizada de anuncio y catequesis, implicando a los mismos jóvenes como evangelizadores de los jóvenes.

4. Valorar las Exortaciones Apostólicas de los sínodos continentales para precisar las prioridades y las formas específicas del propio contesto para la evangelización de los jóvenes. En el caso de América Latina adherirse a la "Misión Continental", programada por la asamblea de los obispos, que ha tenido lugar en Aparecida; en el caso de la región de África y Madagascar seguir las indicaciones del próximo Sínodo de los Obispos.

Don Pascual Chávez Villanueva
Rector Mayor
Roma, 2 de junio 2009

[1] Cf. BENEDICTO XVI, Sacramentum Caritatis, n. 84.
[2] Cf. BENEDICTO XVI, Deus caritas est, n. 18.
[3] CG26 SDB, n. 24.
[4] BENEDICTO XVI, Lettera a don Pascual Chávez Villanueva, Rettor Maggiore dei Salesiani, in occasione del Capitolo Generale XXVI, 1 marzo 2008, n. 4.
[5] Cf. BENEDICTO XVI, Deus caritas est, n. 18.
[6] CG XXII FMA, Piú grande di tutto é l'amore, n. 33.

Calendario salesiano de diciembre


5 B. Felipe Rinaldi (1856-1931)
10 Mártires Agustín García y Antonio Martín

Una obra para ayudar


Entrevista a Mariana Noriega de Buduba miembro del grupo “Mamá Margarita” ADS Esquel
Publicado en El Caballero de Nuestra Señora
Núm 168 21 -11-2009

¿Qué es la institución “Damas Salesianas”?La Asociación Damas Salesianas de la República Argentina es una ONG de inspiración cristiana, caracterizada por el voluntariado vocacional y social, con personería jurídica nacional, otorgada en cuanto Asociación sin fines de lucro (IGJ Nro. 980/1991). La misma cumplió 40 años a nivel internacional, teniendo presencia en 22 países de Latinoamérica y Asia. En Argentina cuenta con 20 años de trabajo en 13 centros a lo largo del país.


¿Cómo se forma el Centro “Mama Margarita” de Esquel?
Nuestro Centro se fundó en abril del 2008, respondiendo a las inquietudes de mujeres de Iglesia, es decir, mujeres que vivimos en el mundo pero sin el corazón del mundo. Nuestra misión es trabajar por la promoción humana y la evangelización a favor de nuestros destinatarios: la mujer líder y carenciada, los enfermos y los niños, adolescentes y jóvenes en riesgo.

Vuestras actividades no se quedan en la horizontalidad, sino que ven al hombre en su integridad, podríamos decir que se ocupan del palo hotizontal y del vertical de la cruz, osea aquellas cosas que atienden las necesidades humanas y las que llenan el alma. En este sentido nos gustaría que nos cuenten cuales son sus actividades y quienes sus destinatarios completos.Nuestro PROYECTO SOCIAL: Una casa grande para una escuela de vida abarca estos tres frentes articulados: 1. El Oratorio (una clásica experiencia típicamente salesiana de educación no formal para niños, adolescentes y jóvenes en riesgo, ya en marcha). 2. El proyecto de prevención y acompañamiento Amigas y madres samaritanas (sobre el cuidado de la salud, también ya en marcha).3. La creación de la Escuela Salesiana “Cacique Inacayal”: proyecto original de escuela inclusiva de educación para y en el trabajo.

En Esquel ¿cuáles son las carencias a las que se enfrentan los jóvenes? ¿Son muchos los jóvenes en riesgo? Cuando hablamos de riesgo nos referimos a aquellos más vulnerables a las lacras sociales del alcohol y la droga, aunque sabemos que todos los jóvenes están en “riesgo” moral en la sociedad actual.
A pesar de que vivimos en un “pueblo” pequeño (40.000 habitantes), como usted lo expresa claramente, todos los jóvenes se encuentran en “riesgo moral” dadas las carencias de nuestra sociedad.
Los jóvenes en situación de alto riesgo social de Esquel son victimas en múltiples formas: sufren la crisis familiar, la falta de trabajo y vivienda digna, el abandono, la violencia y el abuso sexual, una baja autoestima, fracasos escolares. Frente a esta terrible realidad es fácil deducir que también se enfrentan al flagelo de las adicciones en todas sus formas y cada vez, a más temprana edad.

Nos han mencionado el gran proyecto educativo, nos gustaría que nos cuenten más acerca de esto.
La Escuela Salesiana “Cacique Inacayal”: proyecto original de escuela inclusiva de educación para y en el trabajo, es una propuesta educativa dirigida a adolescentes que han quedado fuera del sistema educativo formal por repitencia y / o abandono. Consiste en brindar un secundario de 6 años, en el cual en los últimos 3 reciben formación profesional. El proyecto está organizado en 2 ciclos de jornada completa: Ciclo básico de 3 años, en el Turno Mañana cursan las áreas curriculares y en el Turno Tarde se realiza el seguimiento y contención personalizada de cada alumno. Ciclo superior de 3 años, en el Turno Mañana cursan las áreas curriculares y en el Turno Tarde reciben la formación profesional en dos especialidades: Gastronomía o Mantenimiento de Edificios. Aquellos jóvenes que hayan completado el actual 9° año de la EGB III, ingresan al Ciclo superior.
Egresan con Título secundario completo, más la especialidad elegida, de validez nacional.
Cabe destacar que el Proyecto ya ha sido aprobado por el Ministerio de Educación de la provincia de Chubut, esperando comenzar las actividades en marzo del 2010.


Por último queremos ser un medio para que nuestros lectores puedan realizar el acto de dar, ayudando a este centro por eso les consultamos, además de las oraciones: ¿Cómo podemos ayudarlos?La oración es el medio más eficaz para asegurar la fortaleza y la continuidad en nuestra tarea, por eso no sólo la agradecemos, sino también la imploramos.
Como en toda “casa grande” todos los aportes son útiles, a saber:
Alimentos no perecederos, ropa y calzado en buen estado, ropa de abrigo y mantas, colchones, chapas, muebles en buen estado, libros, utiles escolares, juegos didácticos (ajedrez, damas, rompecabezas, etc).
Aporte como “Padrino del Oratorio”, para apadrinar durante un año a un niño, enviando mensualmente su aporte de $ 20 a nuestra Cuenta Bancaria.
Aporte voluntario como “Padrino de eventos”, a fin de colaborar con los gastos de organización de la Cena Benéfica Anual, a realizarse este año, el 5 de diciembre.
Aporte voluntario como “Padrino inmobiliario”. Ante la imposibilidad de conseguir terrenos fiscales, en esta etapa de servicio a la comunidad, ponemos el acento en la inversión inmobiliaria. Se nos acotan los tiempos reservados para adquirir los terrenos reglamentarios que necesitamos para construir esa casa grande para una escuela de vida. Ahora nos encontramos en estado de absoluta precariedad, ya que nos alberganos en estructuras prestadas gentilmente pero totalmente inadecuadas.
Los gastos iniciales fundamentales de los terrenos rondan, en la actualidad, los U$A 120.000,00 (dólares estadounidenses).


Datos de la cuenta corriente:
ASOCIACION DAMAS SALESIANAS DE LA REPUBLICA ARGENTINA
CENTRO MAMA MARGARITA ESQUEL
BANCO MACRO
CTA. CTE. ESPECIAL P. JURID. EN PESOS
N° 4-555-0941105026-6
SUCURSAL 555
C.U.I.T. 30659879375
¡Desde ya agradecemos infinitamente su interés en difundir nuestra obra!

Don Bosco visita Córdoba


En el marco de la histórica visita de las reliquias de San Juan Bosco
a nuestra ciudad de Córdoba,
la Guardia de Honor de la Virgen del Rosario del Milagro
participó de la misa realizada el día 19 de octubre en la parroquia María Auxiliadora,
compartiendo con toda la familia salesiana ese momento de gracia, regalo de Dios.
Con motivo de ello y aunados bajo el manto de María, nuestra Madre del cielo,
se hizo entrega de una placa recordatoria de tan especial acontecimiento.
La misma fue recibida durante la celebración eucarística por el

padre Inspector Leonardo Palazzo, sdb.
quien agradeció y aplaudió tan importante regalo.
Fue un momento de gran emoción para todos.

Don Bosco decía...


La afabilidad sea su continuo modo de tratar a los demás; gánense los corazones de los jóvenes por medio del amor. Recuerden ustedes siempre la máxima de San Francisco de Sales: "Más moscas se cazan con una gota de miel que con un barril de vinagre"

La Visión de una Dama Salesiana activa



por M. Lourdes Amador de Moscoso
Comunicación al Primer Encuentro Mundial de Familia ADS
Caracas Venezuela
mayo 2008
Hace aproximadamente ocho años y medio, fui invitada a ser Dama Salesiana, nunca había oído hablar de lo que eran las Damas Salesianas, pero me ofrecieron muchas cosas que me resultaron atrayentes y tomé la decisión de conocer qué era la ADS y quienes eran las DS.

Entre las cosas que me entusiasmaron en aquel momento fue la posibilidad de realizar una LABOR SOCIAL, pero sobre todo que tendría FORMACION, ESPIRITUALIDAD y que era una ORGANIZACIÓN ESTABLECIDA con un caminar de muchos años, por lo tanto, no nos tocaría inventar nada sino solamente seguir los pasos que ya muchas habían recorrido.

Nos dijeron que el ser DS era vivir nuestro compromiso bautismal y que en el IDEARIO encontraríamos todo lo que necesitamos saber sobre la ADS.
Efectivamente el Ideario, en el artículo 1 nos dice quien es la Dama Salesiana.

LA DAMA SALESIANA ES UNA MUJER LAICA, CATÓLICA, EN CONTINUO CRECIMIENTO, EMPRESARIA DEL REINO DE DIOS, COMPROMETIDA EN LA CONSTRUCCIÓN DE UN MUNDO NUEVO SEGÚN EL EVANGELIO, QUE QUIERE RESPONDER AL PLAN DE DIOS Y A LAS NECESIDADES HUMANAS, SUMANDO CONTINUAMENTE NUEVAS SOCIAS COMO OBJETIVO FUNDACIONAL”.

Como cristianas nuestro mayor interés es comprometernos con Dios. La ADS nos ofrece un camino, que muchas lo aceptamos como un reto, sin imaginar siquiera lo que eso implicaría en nuestra vida.

Siguiendo con el estudio del Ideario encontramos la misión de la DS, la cual muchas veces la aprendemos de memoria para redactar cartas, para hablar de la ADS y luego para tomar conciencia de qué es lo que debemos hacer si queremos ser verdaderas DS. El Ideario en su artículo 39 dice:

LA MISION DE LA ADS ES EVANGELIZAR DESDE LA PROMOCION HUMANA CON EL FIN DE CONSTRUIR LA CIVILIZACION DEL AMOR, ES UN CAMINO DE SANTIDAD QUE SE REALIZA DESARROLLANDO, EN COMUNION CON LAS OTRAS FUERZAS VIVAS DE LA IGLESIA, UN PROYECTO INTEGRAL DE PROMOCION HUMANA, NUEVA EVANGELIZACION Y CULTURA CRISTIANA.

EL CRITERIO ORATORIANO INSPIRA NUESTRA MISION, GRACIAS A LA VIVENCIA DEL SISTEMA PREVENTIVO DE DON BOSCO, QUE ABRAZAMOS PLENAMENTE, TODOS NUESTROS CENTROS SON CASAS QUE ACOGEN, DISPENSARIOS QUE EVANGELIZAN Y PATIOS DONDE ENCONTRARSE COMO AMIGOS Y COMPARTIR LAS PEQUENAS ALEGRIAS QUE OFRECE LA EXISTENCIA DE CADA DIA
”.

Lo que al principio es solamente una frase, poco a poco la vamos interiorizando y entendemos que como laicas comprometidas debemos evangelizar y que la ADS nos pide que lo hagamos por medio de la Promoción Humana.

Descubrimos que si estamos en la ADS no es por una decisión personal, sino que es una elección de Dios, una invitación de Él, que nos llama y nos pide que aceptemos su llamado. El cuenta con nosotros, con nuestra generosidad, se manifiesta de muchas maneras, nos enamora hasta que le decimos:

“Me sedujiste Señor y me dejé seducir, me formaste y me venciste”(Jer. 20,7).
Juan Pablo II decía: “Dios capacita a los escogidos, no escoge a los capacitados”.
Aceptamos nuestra vocación damasalesiana y empezamos un nuevo y maravilloso caminar.

OPTANDO POR LA VOCACIÓN DS DAMOS AL SEÑOR UN SI DEFINITIVO, SALIMOS DEL YO Y NOS ADENTRAMOS EN EL NOSOTRAS, PARA ENTREGARNOS A TODOS. NUESTRA VOCACIÓN ES UNA VOCACIÓN DE SERVICIO A DIOS EN EL HOMBRE A TRAVÉS DE LA PRÁCTICA DE LA MAYOR DE LAS VIRTUDES, LA CARIDAD, PUESTO QUE NUESTRO FUNDAMENTO ES CRISTO: EL MISMO AYER, HOY Y SIEMPRE (ID. 23)
Además, nos dice:
Nuestra vocación es un ideal de signo cristiano y salesiano para santificarnos en los quehaceres cotidianos al luchar por la renovación del mundo según Cristo”. (Id. 24)

Nos comprometemos con Dios, le damos un SI definitivo. Esto implica un cambio en nuestra vida, lo cual lo manifestamos en nuestra Promesa.

La Promesa no es un voto, ni una consagración religiosa. Es una palabra de honor de asumir nuestro compromiso bautismal de entrega a Dios como cristiana y salesiana, y un gesto de fidelidad al Señor, que voluntaria y responsablemente, aceptamos profesar y vivir. (Id. art. 28)

La Promesa imprime en nosotros un sello particular muy fuerte que se va fortaleciendo poco a poco, de acuerdo a nuestra disponibilidad, nuestro compromiso.

Ser Dama Salesiana es un compromiso a vivir un estilo de vida diferente, a tiempo completo, las 24 horas del día, involucra nuestra vida entera, la familia, el trabajo, la vida profesional, las actividades en el Centro.

Comienzan grandes interrogantes:
• ¿cómo lograr un cambio en nuestra vida que nos comprometa a seguir a Cristo y participar en su Proyecto?
• ¿cómo tener cada día más hambre y sed de Dios y más hambre y sed de los hermanos los más pobres y necesitados?
• ¿cómo hacer para que ya no sea yo quien viva en mí sino que sea Dios quien lo haga?
• ¿cómo poder impregnar la sociedad de valores Cristianos?

Es necesario cambiar actitudes, iniciar un proceso de Conversión que nos ayude a lograr la Santidad día a día, para de esta forma responder a lo que Cristo nos pide.

El Capítulo V del Ideario nos habla de la Espiritualidad de la DS y concretamente en el artículo 61 nos da pautas que debemos hacerlas propias:

ESPIRITUALIDAD ES EL MODO DE SER CRISTIANO, DE VIVIR COMO HIJO DE DIOS; ES UN ESTILO DE VIDA Y UNA MANERA DE VIVIR BAJO LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO, ES LA FORMA COMO EL CREYENTE, A LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO, CONSTRUYE SU SER Y ORIENTA SU HACER, DE TAL MODO QUE HACE UNA UNIDAD DE SU VIDA Y SUS ACTIVIDADES.

ES ENCONTRAR A DIOS EN TODOS LOS MOMENTOS DE LA VIDA, AUN EN LAS PEORES CIRCUNSTANCIAS, LO QUE LLEVA A SENTIR LA GRANDEZA DE VIVIR EN TOTAL ARMONÍA CON EL Y ACTUAR EN CONSECUENCIA.

ES HACER QUE TODO NUESTRO SER, ÚNICO E IRREPETIBLE, SE MUEVA HACIA DIOS Y RESPONDA ACTUANDO A SU PLAN.

COMO CREYENTES, PERMANECEMOS ABIERTAS A UN CONTINUO PROCESO DE MADURACIÓN EN CRISTO, EL HOMBRE NUEVO. SÓLO EL ENCUENTRO CON EL DA SENTIDO PLENO A NUESTRA EXISTENCIA, UNIFICANDO NUESTRO SER Y NUESTRO OBRAR. TODO LO QUE HACEMOS ES EXPRESIÓN DE NUESTRA VIDA EN EL ESPÍRITU DE JESÚS.

PARA INCIDIR MÁS NO BASTA SER MUCHAS O DISPONER DE LOS ÚLTIMOS MEDIOS, SINO QUE ES NECESARIO SER MÁS DISCÍPULAS DE CRISTO.

LA ESPIRITUALIDAD NECESITA UN MARCO DE REFERENCIA QUE DIRIJA LAS OPCIONES CONCRETAS QUE DEFINAN NUESTRAS ACCIONES. ESE MARCO ES EL SEÑOR JESÚS EN EL CUAL SOMOS, NOS MOVEMOS Y EXISTIMOS
”.

Nuestro caminar debe nutrirse, sostenerse y florecer en:
- La Palabra de Dios
- La oración
- La formación integral
- La devoción a María Auxiliadora y Don Bosco
- Una acción social organizada y en equipo.
- Vivir el sacramento de la reconciliación y la Eucaristía como pilares de mi vida espiritual. (Id. 65)

Todos estos son pilares importantísimos para la vida de una Dama Salesiana.

La oración diaria a través de la Palabra debe romper ese abismo que existe entre la Palabra y nuestra vida, para lograr hacer Vida su Palabra y poder entregarla a los demás. Debemos confrontar nuestra vida con la Palabra de Dios y con el Ideario, que es donde encontramos nuestro Proyecto de Vida.

La Eucaristía, de ser posible diaria, nos compromete a entregar a los demás lo que Jesús gratuitamente nos da, es nuestro principal alimento, es donde encontramos la fortaleza y el camino para participar en el Sueño de Jesús, es el camino para SER DE JESUS.

La Formación es una necesidad y una obligación para las Damas Salesianas, como dice el P. Miguel: “Dama Salesiana que no se forma por la misma puerta que entra sale”. Solamente cuando nos formamos comprendemos la importancia de la Formación y que ésta nos es imprescindible, afianzamos nuestra identidad, nuestro sentido de pertenencia. Nuestra formación debe ser integral y así está incluida en el Plan de Formación.

María Auxiliadora, nuestra compañera de camino, primera laica comprometida, que en la donación de su ser, acoge fielmente el Plan de Dios y hace vida su palabra, nos guía, nos inspira y nos enseña a encarnar a Jesús en nuestros destinatarios y en nosotros mismas.

Don Bosco nos enseña a vivir lo cotidiano, los espacios de trabajo, de oración, de relación, de convivencia, de esparcimiento y de reflexión con profunda alegría y optimismo, esfuerzo y responsabilidad.

Caminaremos seguras cuando los pilares de los que hablamos sean parte esencial en nuestro caminar, el SER Dama Salesiana va apropiándose de nuestra vida y ésta va tomando un giro diferente.

Nos daremos cuenta que el SER Dama Salesiana realmente es una vocación única, original y maravillosa que implica una respuesta concreta de nuestra parte:

SER PARTE DEL PROYECTO DE DIOS Y NUESTRA VISION DEBE SER LA CONSTRUCCION DE SU REINO, ES LO UNICO QUE DEBE PREOCUPARNOS.

En nuestra misión podemos ver muy claramente qué es lo que Dios nos pide:

- Ser sus discípulas (“Discípulas y misioneras de Jesucristo, para que nuestros pueblos en El tengan vida” como el lema de Aparecida)

- Realizar actividades que favorezcan el desarrollo integral de las personas.

El documento de Aparecida nos viene muy bien para entender lo que es ser discípulas:

El Papa Benedicto XVI, en su discurso inaugural en Aparecida dijo:
La Iglesia tiene la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del pueblo de Dios, y recordar también a los fieles de este continente, que, en virtud de su Bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo. Esto conlleva a seguirlo, vivir en intimidad con él, imitar su ejemplo y dar testimonio. Todo bautizado recibe de Cristo, como los apóstoles, el mandato de la misión: Id por todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará”(Mc.16, 15). Pues ser discípulos y misioneros de Jesucristo y buscar la vida EN EL, supone estar profundamente enraizados en él.”

Nuestra misión de EVANGELIZAR, no es una tarea opcional ni de las DS ni de un cristiano, es una parte integrante de la identidad cristiana. Cuando crece la conciencia de pertenencia a Cristo, en razón de la gratitud y la alegría que esto produce, crece también la necesidad de comunicarlo, de compartir esta experiencia. Una DS enamorada de Cristo siente la necesidad de anunciar al mundo, a los destinatarios, a las DS, que sin EL no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro. Esta es la tarea esencial de la evangelización, que incluye la opción preferencial por los pobres, la promoción humana integral y la auténtica liberación cristiana.

Esta es nuestra principal misión, si no evangelizamos no estamos cumpliendo con nuestra misión, aunque tengamos obras maravillosas.

La madre Teresa de Calcuta decía:
No confundamos nuestra vocación con nuestro trabajo, nuestra vocación es el amor a Dios

El Rector Mayor, Don Pascual Chávez dice:
Nuestro compromiso en el campo social no deberá separarse nunca del servicio global a la misión evangelizadora de la Iglesia”.

Si Cristo vino a darnos a Dios, nosotros no podemos hacer una pastoral que se reduzca a resolver los problemas sociales; la evangelización debe conducir a la fuente de donde brota la luz y la energía para transformar al mundo.”

Si la Evangelización es esencial en la vida de una DS, mucho más lo es en la de los salesianos consagrados, el Rector Mayor lo enfatiza y dice:

El salesiano de hoy tiene que ser, ante todo, como un hombre aferrado por la Palabra, enamorado de ella y entregado por entero al servicio de la evangelización para ayudar a los jóvenes a encontrar el sentido de la existencia y el camino de la felicidad, llevándolos al encuentro personal con Cristo”.

“El único método pastoral eficaz es el de hablar de Dios en primera persona con un testimonio convincente, diría casi autobiográfico, mostrando que ha obrado en nosotros el encuentro con el Señor y sintiendo ganas de comunicarlo, para que otros tengan la alegría de encontrarlo”.

La experiencia de don Bosco y los salesianos en su misión constituyen una rica fuente de espiritualidad para las socias. Su diario quehacer nutría su vida interior y a su vez, ésta la expresaba en su amor a Dios reflejado en el servicio a los más necesitados”. (Id. 65).

La presencia salesiana en nuestra vida tiene una significatividad muy grande, aprendemos este espíritu de nuestros hermanos salesianos que nos acompañan, nos motivan y nos enseñan a vivir esta espiritualidad. La figura del Consejero Espiritual es de capital importancia en la ADS como animador del carisma y espíritu salesiano, de lo cual nos sentimos agradecidas.

Continuando con el mensaje inaugural del Papa en Aparecida leemos:

El encuentro con Jesucristo es el fundamento del discipulado y de la misión, aceptamos el Proyecto de Dios y nos comprometemos a:

- Perseguir su utopía como nuestro proyecto de vida personal y comunitario, compartiendo con El su Sueño de que este mundo puede y debe cambiar..
- Proseguir su misión, poniéndonos al Servicio del Reino.
- Conseguir su ideal, día a día, paso a paso, haciendo realidad un cambio con pequeños milagros que demuestren que es posible un mundo nuevo y mejor.
- Compartir su camino hacia la Cruz, como consecuencia de nuestra fidelidad al proyecto de Dios.

Acoger el Proyecto de Dios, es ser parte de ese Sueño, de que todos seamos felices, de ir construyendo poco a poco un mundo mejor. Aquí nos toca plantearnos, cómo participamos en este Proyecto.

Surgen algunos cuestionamientos:

Sobre mis actividades:
- ¿por quién las hago?
- ¿para quién las hago?
- ¿por qué las hago?

Si nuestra respuesta fuere que lo hacemos por nosotros, por nuestra imagen personal o de nuestro Centro, por nuestra reputación, porque queremos ser catalogadas como buenas empresarias, con seguridad debemos replantear nuestras motivaciones y seguramente nuestra vocación. Recordemos que todo lo hacemos por Cristo.

Nuestra vida tiene que ser una constante donación de nosotros mismos, nuestro compromiso debe ser:
- Dar a Cristo, que es dar esperanza.
- Dar una sonrisa, que es donación personal.
- Dar felicidad que es ser parte del Proyecto de Dios.

¿Proseguimos la misión de Jesús, poniéndonos al Servicio del Reino?
- ¿Vivimos en actitud constante de servicio?
- ¿Antes que la rentabilidad de las actividades esta el servir?
- ¿Estamos ayudando a que los destinatarios mejoren sus condiciones de vida?
- ¿Estamos capacitando a los destinatarios para una vida más digna o solamente solucionamos problemas temporales?

Si queremos ser parte del Proyecto de Dios y Construir Su Reino, esta debe ser nuestra preocupación, nuestro anhelo y debemos poner todo lo que esté a nuestro alcance para que así sea.

SER UNA DS ACTIVA, SIGNIFICA ESTAR COMPROMETIDA CON DIOS, CON LA IGLESIA, CON LA COMUNIDAD, VIVIR MÁS PROFUNDAMENTE EL EVANGELIO Y NUESTRO COMPROMISO BAUTISMAL.

En el Ideario, en el artículo 17 dice:
Somos voluntarias sociales por origen, con signo cristiano y salesiano, y con el espíritu de la Iglesia como sistema y medio de vivir más profundamente el Evangelio y nuestro compromiso bautismal. Mujeres inquietas socialmente, con valores, posibilidades y cualidades suficientes, que podemos destinar tiempo y dones, como factor de cambio y promoción social desde el lugar en la comunidad donde nos ubicamos. El don carismático del Señor nos predispone a trabajar a favor de:

• La mujer
• La salud física, moral y espiritual de los necesitados
• La juventud
• La niñez
• El voluntariado social vocacional
• La organización empresarial
• La opción socio-política
• Las misiones entre indígenas”

La ADS nos presenta diferentes opciones en las cuales podemos buscar el desarrollo integral de las personas. Existen muchas actividades PERO UN SOLO SUEÑO, CONSTRUIR EL REINO DE DIOS, construir la Civilización del amor, caminar juntas hacia un mundo mejor, no otro mundo, sino un mundo totalmente otro.

A esta vocación DS hemos sido llamadas 4000 mujeres, todas únicas en nuestro ser y variadas en nuestros talentos y capacidades. Trabajamos en 128 centros, pero con UN SOLO CENTRO QUE ES JESÚS. Esta es la base de nuestra actividad, de nuestra vocación.

Somos Sembradoras de Esperanza, enamoradas de Dios y de nuestra vocación, que con creatividad e imaginación entregamos a Cristo para que ilumine y llene nuestra vida y la de nuestros hermanos. Somos testimonio de Cristo Resucitado, de alegría, de generosidad, de Santidad.

Nuestro estilo debe ser festivo, optimista, sacrificado, inquieto y juvenil de rezar, servir, evangelizar, celebrar, compartir, organizar y en particular de fraternizar; un estilo caracterizado por la sonrisa siempre a flor de labios, que cautiva y alienta sembrando esperanza”. (Id. art. 20)

La tarea de promover nuevas vocaciones para dar respuesta a la urgencia de la evangelización es una razón fundamental para la ADS. Es una obligación el reunir nuevas mujeres, que trabajen en el Proyecto de Dios, nuevas almas dispuestas a entregarse con generosidad al servicio de los demás, que seamos capaces de testimoniar con alegría que el SER Dama Salesiana vale la pena, que es un don, un regalo de Dios, que somos mimadas del Señor porque ha pensado en nosotras para Construir su Reino, nos ha hecho participes de su Misión.

Somos DS con lineamientos claros, con el Ideario como Proyecto de Vida, pertenecemos a una gran familia, a una organización que se preocupa por cada una como persona, que nos forma de manera integral, nos motiva espiritualmente, nos ayuda a crecer.

Debemos sentirnos felices de ser Damas Salesianas, sentir que nuestra vocación es nuestra vida y que es Jesús quien nos motiva a ser Damas Salesianas Activas.

Debemos sentirnos agradecidas con Dios por haber inspirado al P. Miguel a fundar esta Asociación, a nuestras hermanas DS quienes durante 40 años han dado su vida, su tiempo para cimentar lo que hoy estamos disfrutando, a nuestras hermanas más cercanas quienes con su ejemplo y con su testimonio nos impulsan a seguir siempre adelante, a nuestros queridos Consejeros Espirituales que han sido y son un pilar en nuestro caminar.

Para finalizar solo puedo decir que

SER DAMA SALESIANA ACTIVA ES UNA VOCACIÓN, ES UNA DECISIÓN DE DECIRLE SI AL SEÑOR, DE VIVIR NUESTRA MISIÓN, NO IMPORTA LO QUE HAGAMOS, LO QUE IMPORTA ES CÓMO LO HACEMOS, CÓMO VIVIMOS, ES ACEPTAR LOS DESAFÍOS DEL MUNDO ACTUAL CONTRARRESTANDO CON VALORES LOS ANTIVALORES, DE ESTAR ENAMORADAS DE CRISTO Y QUE TODA NUESTRA VIDA GIRE ALREDEDOR DE EL, QUE NUESTRA PREOCUPACIÓN CONSTANTE SEA LA CONSTRUCCIÓN DEL REINO DE DIOS, TODO LO DEMÁS VIENE POR AÑADIDURA

Estoy segura que muchas de ustedes lo viven, lo sienten y se sienten felices de ser verdaderas Damas Salesianas comprometidas en el Proyecto de Dios.
Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo, seguirlo es una gracia y trasmitir este tesoro a los demás es un encargo, que el Señor al llamarnos y elegirnos nos ha confiado”. (Aparecida)

Un día en la vida de Don Bosco

Don Bosco confesando al niño Pablo Albera, quien sería su segundo sucesor,
el año 1891


Por el P. Aufray,
salesiano contemporáneo de Don Bosco

Dan las cuatro y media en la Iglesia de María Auxiliadora. Una ventana se ilumina allá en el segundo piso, mientras todo lo demás permanece a oscuras: Don Bosco ya está de pie.

Desde el año que se ordenó de sacerdote, hizo este propósito: "solamente descansaré cinco horas cada noche". Y lo ha cumplido exactamente. Gracias a la brevedad de su sueño y a su inmensa capacidad de trabajo, ha trabajado más de dieciséis horas cada día para el Reino de Dios. Ha escrito más de cien obras y ha llenado el mundo con obras buenas a favor de los pobres. Él sabe que nadie ha llegado al éxito trabajando sólo ocho horas diarias. Él trabaja las ocho horas pero multiplicándolas por dos y añadiendo otras dos o más. Y así lleva casi medio siglo desgastándose por Cristo y por la Iglesia.


Son las cinco. Don Bosco reza. Desde hace varios años el Papa lo dispensó del breviario porque ha perdido ya un ojo y el otro le arde mucho. El Pontífice le ha dicho: "Únete de alguna otra manera a la Iglesia orante". Y eso es lo que hace: arrodillado, con las manos juntas, los ojos cerrados, inmóvil, entregado a Dios. Le da gracias. Pide perdón para sí y para otros, Y ruega por las necesidades propias y por la de tantas personas que le han pedido un recuerdo en la oración. Está acumulando energías en su alma para verterlas después en las personas que vengan en busca de luz o de consuelo. Durante una hora o más permanece así, entregado al amor de Dios y de su Santísima Madre.

La oración mueve a la acción. Un poco después de las seis ya está en su mesa de trabajo. Traza programas de acción para sus salesianos, redacta nuevos proyectos de obras apostólicas para enviar a la Santa Sede, corrige los borradores de nuevos libros que va a publicar, prepara sermones que tiene que predicar, escribe ideas luminosas...

Las siete y media. Los alumnos se dirigen a la Iglesia. Don Bosco los precede para esperarlos en el confesionario. Ha confesado día tras día durante muchos años. El día de su Primera Misa pidió al Señor que le diera la eficacia de la palabra, y Dios le concedió su petición. Es difícil que alguno de los penitentes permanezcan insensibles ante sus consejos. Un reclinatorio a cada lado. Don Bosco en el medio, y la frente del penitente sobre los hombros del santo. Cada mañana son unos cincuenta los que se confiesan, excepto en las vísperas de fiestas que son varios centenares.

Terminada la confesión de los muchachos, Don Bosco se prepara unos minutos y luego celebra la Santa Misa. La dice con fervor, sin demasiada lentitud pero pronunciando muy bien las palabras y haciendo cuidadosamente las ceremonias. El mundo entero desaparece para él, y sólo le interesa hablar con Dios que desciende al altar en forma de Hostia y de Vino. La gente nota la extraordinaria piedad con la que celebra. A veces llora de emoción.


-¿Quién es ese sacerdote que celebra tan bien la misa? –preguntan las personas que no lo conocen- ¡debe ser un santo!


Cuando termina su misa ya son cerca de las nueve. Los alumnos están ya en pleno recreo. Tan pronto aparece en el patio corren hacia él. Todos desean el lugar más próximo al Padre. Le besan la mano en señal de cariño y escuchan con gran atención lo que les dice. Lentamente atraviesa el patio. Él va diciendo a cada uno una palabrita cariñosa. Un pedacito de pan, un poco de achicoria, algo que parece café, pero fuera del nombre no tiene casi nada más, y Don Bosco queda preparado para seguir trabajando toda la mañana.


Son las nueve y cuarto. Don Bosco se dirige a su Oficina. Qué cantidad de gente que lo está aguardando para hablar con él.: ahora empieza el suplicio de las audiencias. La prensa habla de sus milagros, de sus visiones, de su especial santidad. Don Bosco sufre mucho estando sentado. Le duelen mucho las piernas y la espalda. Pero a nadie le demuestra que sufre. Día tras día desfila la gente. Treinta o más personas cada mañana vienen a consultarles sus problemas, a solicitar consejo, a exponerle sus dudas, a pedir un milagro. Una madre que tiene el hogar destruido. Un hombre que no es capaz de dominar sus vicios, un joven que no sabe que carrera seguir, una pobre familia con un enfermo incurable, un desesperado al borde del suicidio, un escrupuloso atormentado por sus dudas, un sacerdote que le pide que vaya a su pueblo a predicar, un acreedor que le viene a recordar que le debe todo lo que los alumnos le han comido por un mes, etc. , etc.

"Don Bosco" -Le dicen sus amigos- ¿Por qué no disminuye el número de las audiencias? Usted se está agotando más de lo debido".
-Pobres- exclama- no puedo decidirme a abreviar sus conversaciones. ¡Llegan de tan lejos! ¡Son tan desdichados! Lo único que podría hacer para que no vinieran más es fingirme loco. Pero eso no sería digno de un sacerdote. El sacerdote está para desgastarse por las almas. ¡Mientras tenga un poquito de energías esa será totalmente para nuestro Señor y para la salvación de las almas!

Ya va a ser la una de la tarde. Los calambres atacan sus piernas. Su estómago, tan mal desayunado, reclama alimentos, su cabeza ya no da más. Pero no borra por eso la sonrisa de sus labios. Hasta el último de los visitantes es bondadosamente recibido.

Llega el comedor. Ya los religiosos han salido a dirigir el recreo de los jóvenes. El lugar que ocupaban los superiores, alrededor de Don Bosco, lo ocupan ahora un grupo de jovencitos que con cariño filial vienen espontáneamente a hacerle compañía. Ríen con sus chistes, se emocionan con sus historias y de vez en cuando reciben una palabrita especial para el alma. ¡Se les pasan tan rápido los minutos oyendo al buen Padre!


Alcanza luego estar unos minutos en el recreo viendo con alegría cómo juegan de bullangueros sus muchachos en el patio. Él siempre les repite: "Tristeza y melancolía, fuera de la casa mía. El triste o es malo o está malo. Un santo triste es un triste santo". Quizá en ningún otro colegio del mundo haya tanta alegría como en aquella casa, la primera fundada por el gran educador.


¡Las dos de la tarde! La campana interrumpe la charla paterna y los jóvenes vuelven a su estudio o taller. Para Don Bosco es tiempo sagrado. Durante más de una hora no estará para nadie. Está rezando. En la casa todos los saben, y todos respetan ese apartamiento de un corazón que tiene tantas obras que encomendar a Dios, tantas almas de amigos y bienhechores por quienes rogar, tantas luces y fuerzas que implorar para poder seguir adelante con su apostolado, ¡tantas acciones de gracias que rendir al buen Dios!.


Pasadas las tres de la tarde. Sale de su habitación para irse lejos. Allí nadie lo dejará en paz por un largo rato. Y tiene varios centenares de cartas que contestar. Con un voluminoso paquete de cartas, papel y sobres, sale para casa de algún amigo, donde nadie pueda hallarlo. Allá le tienen todo preparado: Una pieza alejada donde nadie vaya a molestar. Mesa, tinta, etc. Y por varias horas estará allí contestando cartas, porque jamás deja una misiva, aún la más humilde, sin darle una amable contestación. Varias tardes sale a buscar ayuda para sus niños pobres.

A veces, al salir por la tarde de su Oratorio, va tan rendido, tan lleno de sueño, que ni sabe a donde se dirige. Se acostó muy tarde, se levantó muy de madrugada, ha trabajado mucho. Su organismo no resiste más. Entra a la humilde piecita de un zapatero y pide que lo deje sentarse en un pobre taburete a descansar. Y allí se queda dormido. Otras veces entra a una tienda solitaria y pide permiso para sentarse en un rincón y queda profundamente adormecido. La gente pasa y exclama: "Miren ese es el famoso Don Bosco". Hay días en que duerme más de dos horas. Al despertarse llama la atención al zapatero o al dueño de la tienda: "¿Por qué no me han despertado antes?" "Ah, Padre, parecía Usted tan cansado que era un pecado despertarlo".


Las horas siguientes las empleará escribiendo o yendo a buscar ayuda para sus obras. Las cartas que escribe en aquellas tardes son siempre salpicadas de cariño y de palabras provechosas para el alma. Jamás una palabra dura. Jamás una crítica a nadie. La más exquisita gentileza con todos. Parece un hombre de la más alta clase diplomática. Este pobrecito pastor de vacas, que a los 15 años todavía no había ido al colegio por ser tan pobre, ahora se cartea con las personas más importantes del país y muchas del exterior, y sus cartas son modelo de cultura, de bondad y de celo por el bien de las almas.

Las seis de la tarde: Los médicos le han dicho que no escriba después de esa hora por que sus ojos le arden mucho. Ordena sus papeles y vuelve a casa. Por el camino pasa por frente de la Iglesia de María Consoladora. Ah, esa Iglesia, si que le trae recuerdos afectuosos. Allí fue a llorar cuando murió Mamá Margarita, y declaró a la Virgen Santísima que Ella tenía que ser en adelante su Madre Amantísima. ¡Allí a entrado tantas veces a rezar, y nunca sus oraciones han dejado de ser escuchadas! Se arrodilla frente la imagen de María Consoladora y casi solo, en medio del vasto silencio del templo se entrega a una filial plegaria.

Unos pasos más y ya está en casa. Allí lo están esperando sus salesianos. Ellos saben que esos primeros minutos de la noche los dedica a dar dirección espiritual a sus religiosos que tanto ama, y ahí están junto a su habitación aguardando para darle cuenta de sus problemas de conciencia y recibir sus consejos que aceptan como venidos de un mensajero de Dios. Aquella es una ocasión formidable para infundir su espíritu en los que habrán de continuar su obra, y emocionarlos para esta labor dificilísima de educar a la juventud pobre. En estos coloquios con sus salesianos les va enseñando todos los secretos para lograr hacer el mayor bien posible a la juventud, al mismo tiempo que se les presenta una imagen agradable y simpática de la religión católica y de sus
sacerdotes.

Las ocho. La cena en familia. Don Bosco llega puntualmente. Bendice la mesa y preside la comida. Un rato de lectura de los evangelios y de algún otro libro instructivo y agradable, y luego charla general. Hay en la casa de Don Bosco una alegría que parece explotar. –"Denle una alegría más a Nuestro Señor- les pide continuamente – denle una alegría al buen Dios estando siempre alegres y contentos". – Y él mismo da el ejemplo. Nunca nadie lo ha visto triste, ni con el rostro de mal humor.

Van saliendo los salesianos y muchos alumnos, al patio a jugar. Pero un numeroso grupo se acerca a la mesa de Don Bosco. Lo rodean como hijos cariñosos. Para ellos este santo sacerdote es todo, después de Dios. ¡Cómo lo observan! ¡Cómo lo escuchan! ¡Hacia él no hay ningún temor! ¡Para Don Bosco todo es cariño y simpatía! Aquel último rato de la jornada lo pasan felices oyéndole charlas amenas y provechosas, y también contándole cada uno con toda confianza, como a un buen papá, lo que el corazón le aconseja. ¡Son ratos inolvidables!. Para toda sus vidas recordarán aquellos jóvenes los recreos pasados junto al más simpático santo moderno.

¡Las nueve! La campana pone fin al recreo. Súbitamente callan las conversaciones y los jóvenes se van a un extremo del patio a rezar las oraciones de la noche. Don Bosco se halla en medio de estos, más devoto que todos los demás. Su voz de tenor se eleva un tanto sobre el conjunto cuando rezan ciertas oraciones, especialmente el Padrenuestro, que es su oración preferida.


Terminada la plegaria, lo ayudan a subirse a una tosca silla. Al verlo aparecer, sonriente, por encima de las cabezas de los ochocientos alumnos, todas las frentes se levantan, todos los ojos brillan de emoción. Luego un religioso silencio. Don Bosco va a hablar. Todos se fijan en él, y lo escuchan con perfecto recogimiento. Ese discursito de cada noche lo llama él "las buenas noches" y le ha producido maravillosos resultados durante docenas de años. Unas noches cuenta alguno de sus famosos sueños. Otras narra un hecho importante sucedido en estos días, para sacar alguna enseñanza. Algunas veces anuncia muertes que van a suceder dentro de muy poco, etc., etc.


Esta noche quiere hablar de lo que todo vieron hoy en el paseo: "Esta tarde pasamos por los campos donde están cosechando el trigo. ¿Vimos con qué alegría los campesinos recogen las gavillas de espigas llenas de granos? ¿Quieren saber qué tanto recoge cada uno? Pues eso depende de lo que haya cultivado. El que cultivó poco recoge poco, y el que cultivó mucho recoge mucho. Así será en nuestra vida. ¿Quieren saber que tantos éxitos van a tener cada uno? Eso depende del esfuerzo que cada uno hace ahora por prepararse. El que estudia y se prepara mucho, tendrá muchos éxitos, pero el que no se prepara tendrá pocos triunfos.


"Buenas noches", contesta el inmenso coro de ochocientas voces, y todos se van a sus dormitorios a descansar. Algunos vienen a despedirse personalmente del santo y a besarle la mano, señal de cariño y muy frecuente hacia los sacerdotes en Italia, y él aprovecha para dar los últimos consejos del día. Luego vienen los superiores de la casa a contarle cómo anda todo y a pedirle consejos y órdenes, y a recibir palabras de aliento que tanto necesita para esa labor tan difícil de
educar niños pobres. Son las once. El último de los salesianos se ha ido. La jornada parece terminar. Él goza plenamente a la vista de tan espléndida tarea que el Señor le ha encomendado.

Si sus ojos lo permiten escribe una media hora; muchas veces al sonar la campana para levantarse está todavía escribiendo. Gustan tanto a la gente los libros que Don Bosco escribe, y ¡hacen tanto bien a las almas!


Las once y media: Abre la puerta que da al balcón y levanta sus ojos hacia la cúpula del Templo de María Auxiliadora. Su mirada descubre allí la estatua de la Virgen Santísima, que él tanto ama. Hacia Ella se eleva el último suspiro de su fatigado corazón al terminar la jornada: "Madre querida, Virgen María: haced que yo salve el alma mía". Eso dicen sus alumnos por consejo suyo antes de ir a descansar, y eso lo repite él mismo con fervor de santo.


Ahora a descansar. ¿Pero podrá descansar? Quizá en esta noche el cielo tenga algún importante mensaje por medio de uno de sus misteriosos sueños.


De todos modos, mañana a las 4:30 ya estará en pie otra vez el gran Don Bosco, para empezar una nueva jornada por ¡el Reino de Cristo! "Descansaremos en el Paraíso", repetía alegremente.

Jubileo

Celebraron Bodas de Vida Religiosa
17 Hijas de María Auxiliadora





Fuente: Aica

6 de febrero de 2009


En la recoleta capilla de la casa María Auxiliadora, del porteño barrio de Almagro, el pasado 23 de enero celebraron aniversarios de profesión 17 religiosas del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, que cumplieron desde bodas de roble hasta de oro, pasando por las de brillante, platino y diamante, según informó la hermana Dora María Eylenstein.

La celebración se llevó a cabo en una Eucaristía que presidió el inspector de los Salesianos, padre Rubén García SDB, con quien concelebraron varios sacerdotes allegados a las homenajeadas. Asistieron a la celebración religiosas de la institución, familiares y amigos de la obra.

La nómina de las religiosas que celebraron sus aniversarios de profesión religiosa está encabezada por la Hermana Teresita Vigo, que celebró sus bodas de roble (80 años), un caso poco común. Integran la lista las siguientes:

Bodas de platino (75 años), las hermanas Julia Beatriz Olivero y María Rosario Zapata.

Bodas de brillante (70 años), las hermanas Alba María Asunción González y Catalina Ferrari.

Bodas de diamante (60 años), las hermanas Francisca María Astolfo, María Susana González, Victoria Morales, Clara Seoane, Francisca Tataryn y Hosanna Mangolini.

Bodas de oro (50 años), las hermanas Juana Silvia Daleoso, María Giampetruzzi, Dolores Leira, Hada Gloria Pogliese, Margarita Pólvere y Juana Ana Sansone.

Al día siguiente, 24 de enero, María Laura Vázquez Zamora hizo su primera profesión religiosa en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Fue durante una celebración eucarística que tuvo lugar en la capilla del Colegio María Auxiliadora, de Almagro, presidida tambien por el padre Rubén García. Asistieron a la celebración sacerdotes, religiosas de la provincia San Francisco de Sales, familiares, amigos y allegados a Laura.