¡Sí...Buen Pastor!


por el P. Javier Leoz

SI... BUEN PASTOR!
Que a tus hombros recoges lo bueno y lo mezquino de mi vida.
Que cargas sobre ti la grandeza que te prometí y la pobreza en la que me hundí.

PASTOR...PASTOR BUENO Y PRUDENTE que en los mil caminos de mi vida
me hiciste esquivar aquellos que me conducían al abismo.
Y me enseñaste los otros que ponían delante de mis ojos la alegría y la vida
el encanto y el ensueño, la fe y la esperanza.

¡SI...BUEN PASTOR! y nosotros ovejas de tu rebaño, siguiéndote a horas y por momentos y perdiéndonos cuando Tú más empeñado estabas en seguir sosteniéndonos con tu mano.

¡PASTOR BUENO! ¡SÍ, BUEN PASTOR! en las cañadas donde hoy nos canta y reverdece la primavera, seguimos teniéndote como el compañero que nunca falla, como el Dios que siempre espera, como el Señor que nos tiene preparado al final de nuestra existencia prados donde nunca se hace invierno, fuentes que sacian para siempre al sediento, pan vivo para nunca bajar del cielo...
SÍ. PASTOR BUENO...que conoces una a una, con nombre y apellidos, las almas de los que en ti creemos. Amén.

Me asomaré a tu sepulcro, Señor

por el P. Javier Leoz

ME ASOMARÉ A TU SEPULCRO, SEÑOR.
Y, corriendo más que aquellos que creen, comprenderé que algo grande ha ocurrido.
Que tu vida, por la muerte, no ha quedado encerrada detrás de la fría losa
y que, por lo tanto, la nuestra ha de seguir la misma suerte.
Pero, empújame para no detenerme, porque temo que muchas distracciones del mundo me dejen plantado ante los grandes escaparates, olvidando aquellos valores eternos que Tú nos traes.

ME ASOMARÉ A TU SEPULCRO, SEÑOR.
Como Pedro, que te negó como yo tantas veces te niego; entenderé que, mucho nos ama Dios, cuando desea para mí LA VIDA ETERNA, cuando, me freno para no llegar a la hora del alba y dejo que la Resurrección no sea primera noticia en mi vida.

ME ASOMARÉ A TU SEPULCRO, SEÑOR.
Y, si por lo que sea, en la nada sigo sin ver nada; haz que recuerde aquello a lo que tantas veces me resisto:
que has resucitado entre los muertos,
que vuelves para devolvernos a la vida
y que resucitas para que seamos semilla de eternidad.

ME ASOMARÉ A TU SEPULCRO, SEÑOR.
Y, entonces, sólo entonces me alegraré de haberlo encontrado vacío con vendas y sudario por el suelo, pues, al asomarme y ver todo eso, estaré intuyendo lo que me aguarda en el futuro: ¿Tú has resucitado? ¡También yo resucitaré, Señor! ¡Gracias, Señor!

¡ALELUYA! ¡HA RESUCITADO!

Desfile

octubre 1924:Niñas del Colegio María Auxiliadora de San Isidro